Bogotá D.C., 16 de enero de 2023.
Las fusiones y adquisiciones (M&A) son una parte común y crucial del mundo empresarial. Estas transacciones implican la combinación o adquisición de empresas, y pueden tener un impacto significativo en la estructura y el funcionamiento de las empresas involucradas. Un elemento clave en cualquier operación es la evaluación y protección de los activos de la empresa. Esto incluye no solo los activos tangibles como la propiedad, el equipo y los inventarios, sino también los activos intangibles como la marca, el know-how, los contratos y por supuesto su operación como negocio en marcha.
Es aquí donde entran en juego los Acuerdos de Transición de Servicios (“TSA” por sus siglas en inglés), que son acuerdos legales que establecen las condiciones para la transferencia de servicios de una empresa a otra durante una fusión o adquisición. En otras palabras, estos acuerdos tienen como objetivo garantizar la continuidad de los servicios esenciales durante el proceso de transición (soporte “postventa”), asegurando que la empresa adquirida o fusionada no experimente interrupciones en la prestación de servicios a sus clientes hasta que el comprador pueda integrar la adquisición dentro de su propia operación.
En el contexto de una fusión o adquisición, los TSA también tienen una importancia legal fundamental, en la medida que: Garantizan la continuidad del servicio para los clientes de la empresa transferida. Esto es especialmente importante si la empresa transferida proporciona servicios críticos o esenciales para los clientes de la empresa adquirente; y protegen los contratos existentes de la empresa transferida, asegurando que se mantengan en vigor y se cumplan adecuadamente durante y después de la transacción.
Sobre este punto, es importante que cualquiera de las partes relacionadas tenga en cuenta como mínimo lo siguiente:
- Alcance de los servicios que deberá prestar el vendedor o sus afiliadas a la sociedad adquirida.
- Duración del TSA, teniendo en cuenta que cada parte al final desea operar de manera independiente tan pronto como sea posible.
- Mecanismos de determinación del precio o contraprestación de los servicios.
- Definición del nivel del servicio con el fin de no afectar la operación de la compañía u operación adquirida
- Planeación de la terminación del Acuerdo de transición.
En resumen, los TSA son un componente vital de las fusiones y adquisiciones, ya que son una herramienta que permite mantener el valor de la empresa adquirida, además de ser un instrumento que permite reconciliar los objetivos opuestos de las partes, esto es, la creación de sinergias y el valor potencial por parte del comprador, y la posibilidad de utilizar la transacción para monetizar los activos y concentrarse en una actividad que le genere mayor rentabilidad. Por lo tanto, su debida regulación es tan importante como la reglamentación que se le da al contrato mediante el cual se adquiere la empresa.