Con ocasión del mes del orgullo, resulta oportuno y relevante esbozar algunas consideraciones en torno al rol de la profesión legal y su relación con la comunidad LGTBIQ+. Lo anterior, considerando el deber intrínseco y ético de los abogados y, en general, de todas las profesiones, de contribuir desde su campo de conocimiento a mejorar las condiciones sociales y económicas de dicha comunidad.

Si bien es cierto que a partir de la Constitución Política de 1991 el marco jurídico legal colombiano ha avanzado significativamente en materia de protección de derechos de minorías, es acertado anotar que el poder legislativo se ha quedado corto en la regulación de políticas públicas integrales en materia de inclusión e igualdad de derechos para la comunidad LGTBIQ+.

Por tal motivo, la comunidad LGTBIQ+ ha encontrado en el ejercicio de acciones legales una gran herramienta de cambio social y protección de sus derechos. En razón de lo anterior, las firmas de abogados entran a jugar un rol fundamental, considerando su conocimiento especializado en las diferentes áreas del derecho.

En Europa y en Estados Unidos es cada vez más usual encontrar firmas de abogados enfocadas en la prestación de servicios legales relacionados con la comunidad LGTBIQ+, práctica legal que incluye desde asuntos de derecho de familia, hasta asuntos corporativos y laborales de grandes empresas. Sin embargo, esta es un área de práctica inexplorada y con un ámbito de aplicación reducido en Colombia, en donde principalmente, solo el trabajo Pro-Bono ha permitido a los abogados de grandes firmas convertirse en apoderados de litigios individuales y aliados de organizaciones sociales con el fin de adelantar litigios estratégicos y consultorías de manera conjunta en materia de diversidad e inclusión.

Asimismo, el compromiso con la diversidad e inclusión debe verse materializado “de puertas para adentro” en las firmas de abogados. Esto implica revisar sus políticas internas y ajustarlas a efectos de (i) otorgar garantías a los grupos históricamente marginados y (ii) buscar estructurar equipos de trabajo inclusivos, diversos y plurales. Lo anterior requiere, entre otras estrategias, la realización de jornadas de sensibilización de sus miembros sobre sesgos inconscientes, protección de derechos y búsqueda de espacios para discutir sobre diversidad e inclusión.

A la fecha es posible identificar victorias concretas que ubican a la comunidad LGTBIQ+ en una mejor posición de cara a la protección de sus derechos (p. ej. sentencias SU617/14 en materia de adopción y T-447/19 en identidad de género); no obstante, aún queda un largo camino por recorrer cuando de diversidad e inclusión se trata en la sociedad colombiana, en la cual aún persisten conductas, sesgos y prejuicios culturales que evitan un mayor progreso hacia políticas públicas integrales y duraderas.

Si bien la labor es ardua y el camino es largo, la diversidad e inclusión debe ser tomada por las firmas de abogados como un compromiso colectivo, cuyo reconocimiento y respeto debe ser instaurado en los valores y cultura institucional de las mismas.