La realización de las dos subastas de energía que tendrá lugar en febrero de 2019 ha generado gran expectativa entre los agentes del sector, pues se trata de la primera subasta del cargo por confiabilidad en más de 8 años (la última tuvo lugar en 2011) y por primera vez tendrá lugar una subasta de energía a largo plazo. El objetivo principal de ambas subastas es garantizar la confiabilidad del sistema, dada la incertidumbre en la entrada en operación del proyecto hidroeléctrico Ituango y el posible déficit de energía firme para cubrir la demanda nacional a partir del año 2021. Adicionalmente, la subasta a largo plazo busca integrar a la matriz energética de Colombia las energías renovables.

De acuerdo con la información disponible, el panorama de participación en ambas subastas es positivo. En efecto, mediante Circular No. 013 del 11 de febrero de 2018, la CREG publicó la información de los posibles proyectos de energía que participarán en la subasta del cargo por confiabilidad, esto es aquellos que presentaron declaración de interés para participar en dicha subasta. Se trata de 107 proyectos, con una Energía Firme para el Cargo por Confiabilidad (ENFICC) estimada de 240 GWh/día.

Por su parte, el pasado 1 de febrero de 2018, el Ministerio de Minas y Energía publicó un comunicado mediante el cual informó que, en la fecha máxima para presentarse a la primera subasta de energía a largo plazo, esto es el 28 de enero del año en curso, 15 empresas manifestaron su interés de venta (en calidad de generadoras) y 12 su interés de compra para la distribución y comercialización de energía (en calidad de comercializadoras). En total, se presentaron proyectos 22 de generación de energía, de los cuales son solares, 4 eólicos y 1 de biomasa, para un total más de 3.600 MW de capacidad instalada.

Si bien, de acuerdo con los cronogramas de ambas subastas, sólo se sabrá cuántos proyectos efectivamente participarán en cada subasta hasta finales de la semana del 15 de febrero, la información publicada hasta el momento es una clara muestra del interés de los agentes del sector en ambos mecanismos.

Así las cosas, el 26 de febrero, en el caso de la subasta de largo plazo, y el 28 de febrero, en el caso de la subasta del cargo por confiablidad, se conocerán los verdaderos resultados de estas subastas y se tendrá certeza sobre si ambos mecanismos lograrán garantizar la confiablidad del sistema que a la fecha resulta incierta o si el gobierno deberá convocar a nuevas subastas en el corto o mediano plazo para atender la demanda.