Las medidas de aislamiento preventivo obligatorio por causa del Covid-19 han transformado dramáticamente y en un corto período de tiempo la vida de miles de millones de personas en el mundo. En Colombia, las decisiones tomadas en el marco de la emergencia sanitaria han obligado a la gran mayoría de las personas a permanecer en sus hogares para frenar la expansión del virus y contener sus efectos. En el marco de esta difícil situación, las plataformas de comercio electrónico no sólo han contribuido a facilitar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social sino también a mantener la productividad en algunos sectores de la economía y el abastecimiento de los hogares.

Según cifras aportadas por pasarelas de pago y redes procesadoras de transacciones de bajo valor, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (“MinTIC”) y la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (“CCCE”), pudieron evidenciar para los meses de abril y mayo del año en curso, un crecimiento sostenido del 12% en promedio semanal en las plataformas de comercio electrónico en medio del aislamiento preventivo obligatorio. Se espera, así mismo, una tendencia alcista en las compras en las transacciones efectuadas por este medio.

En efecto, el comercio electrónico ha sido una herramienta clave para el abastecimiento de ciertos productos que cobran especial interés en los hogares colombianos en esta época. Se pudo determinar que las categorías que tuvieron un mayor crecimiento en el porcentaje de ventas corresponden a deportes (187%), retail -que incluye las ventas de abarrotes (209%), educación (152%) y servicios (127%). Lo anterior deja en evidencia, así mismo, que los consumidores han migrado muchas compras físicas al entorno virtual.

De igual manera, según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el primer día sin IVA que tuvo lugar el pasado 3 de junio dejó un balance comercial sin precedentes, pues las ventas aumentaron 4 veces más, el comercio movió 5,4 billones de pesos y se generaron 4,2 millones de empleos. La implementación de las compras en este día sin IVA generó 10 veces más transacciones por plataformas de e-commerce, lo que dejó en evidencia una transformación de los negocios y mayor impacto en su competitividad.

En este auge del comercio electrónico en el país por causa del Covid-19, Cali ha tenido una participación muy importante, siendo la segunda ciudad con más proporción de la población que participa en el comercio electrónico, por debajo de Bogotá.

Según cifras de la CCCE, en Cali el 37% de la población que usa internet accede al comercio electrónico, ya sea solo para consultar y comparar precios de productos de su interés, o para hacer efectivas sus compras. Esa proporción es mayor a la del promedio nacional (32%), y a la de ciudades como Medellín (33%) y Barranquilla (27%).

Con todo, el e-commerce no debe ser visto como una solución coyuntural o una medida de mitigación temporal durante la emergencia sanitaria, sino como un canal de distribución necesario y dinamizador de la economía para que los negocios continúen operando ante posibles futuras circunstancias que impidan la operación normal de sus canales tradicionales. De igual manera, dado que la operación de una plataforma de comercio electrónico puede variar según el sector, o incluso entre distintas empresas del mismo sector, pues su implementación es una parte engranada a una cadena o modelo operativo empresarial, podrían incluso concurrir terceras empresas a través de actividades complementarias (servicios logísticos, importadores, call centers, operadores web, proveedores de herramientas de medios pago, etc.) dinamizando y fortaleciendo de esta manera la economía nacional en estos segmentos.

Estas cifras ratifican la importancia que ha tenido el comercio electrónico en la reactivación de la economía, facilitando el cumplimiento de las medidas de aislamiento y permitiéndoles a los colombianos el acceso a productos sin tener la necesidad de salir de la casa. Para mantener esta misma dinámica en los meses venideros, es importante aprovechar este medio transaccional como una herramienta de reactivación económica en las empresas colombianas y como el canal más adecuado para que los consumidores puedan seguir realizando sus compras habituales sin exponer su salud.