Un sandbox regulatorio es una “arenera” mediante el cual se realiza un ejercicio a través de la creación de un espacio aislado de las demás disposiciones regulatorias, en donde los innovadores, empresas y organizaciones gubernamentales pueden probar de forma segura sus nuevos modelos de negocio, los cuales no se encuentran cobijados por la regulación actual, o que no se encuentran supervisados por las autoridades competentes[1]. Esto genera un espacio aislado del sistema principal, en donde se pueden probar estas iniciativas sin arriesgar todo el mercado lo que convierte a este tipo de ejercicios en herramientas de vital importancia para sectores como el Financiero y las TIC, en donde el mercado avanza a pasos agigantados, caso contrario a la regulación, la cual se encuentra siempre un paso más atrás que las nuevas tendencias. En Colombia, cada vez se están utilizando más estos ejercicios normativos, los cuales han tenido un gran éxito en los países que los han implementado, y son el futuro de la innovación legislativa en el país.

Los sandbox regulatorios crean, por tanto, una oportunidad única para el desarrollo de proyectos, nuevos productos y servicios financieros, en un ambiente que protege tanto al consumidor final, como a sus desarrolladores, y que garantiza en general un acompañamiento único en su tipo por parte de sus promotores. Así mismo, la creación de esos espacios seguros de testeo implica un diseño especial de estos mecanismos de seguridad, así como la adaptación de la legislación y normas vigentes para su empleo.

En Colombia se ha hecho eco de la aplicación de estos exitosos ejercicios normativos en un número creciente de iniciativas fomentadas por diferentes entidades; dentro de estas se encuentra la Superintendencia Financiera de Colombia (“Superfinanciera”), quién es pionera de la aplicación de sandbox regulatorios en el país al lanzar su plataforma para el desarrollo Fintech “InnovaSFC” en 2018, la cual incluyó herramientas como “La Arenera” en donde la Superfinanciera garantizaba a aquellos interesados un marco especial para la innovación de productos, tecnologías y modelos de negocios en un ambiente controlado con el objetivo de que se fomentaran desarrollos de innovación financiera que posteriormente podrían requerir una incorporación al marco regulatorio colombiano.[2]

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Hacienda, expidió el Decreto 1234 de 2020, mediante el cual se adiciona al Decreto 2555 de 2010, por lo cual se establecen las reglas y el proceso del nuevo sandbox regulatorio que aplicará para las Fintechs en el país. De esta manera, el gobierno ha cobijado el sandbox de la Superfinanciera, creando ese marco especial de regulación necesario para que las entidades financieras ya constituidas puedan operar dentro de reglas especiales, al mismo tiempo que le facilita al Estado su capacidad para adaptar el marco regulatorio a las nuevas dinámicas de un mercado en continua expansión y crecimiento.[3]

El sector financiero en Colombia no ha sido el único beneficiado por la aplicación de sandbox regulatorios en tiempos recientes. El sector TIC también se ha visto ampliamente considerado en este sentido, con iniciativas de entidades como la Comisión de Regulación de Comunicaciones, la cual en septiembre de 2019 publicó su propuesta para el “Sandbox Regulatorio para la Innovación en Conectividad”, mediante el cual se busca adelantar un ejercicio de innovación para el sector de telecomunicaciones en el país, así como la convocatoria por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio al “Sandbox sobre privacidad en el diseño y por defecto en proyectos de inteligencia artificial” en noviembre de 2020.

Esto ha ampliado la aplicación de estas iniciativas al sector TIC, sumándose a las del sector financiero en ejercicios cada vez más comunes, los cuales brindan grandes oportunidades no solo a sus participantes, sino también al consumidor colombiano, que solo podrá verse beneficiado por los desarrollos que salgan de estos espacios de innovación.

En ese sentido, los sandbox regulatorios en el país son una respuesta idónea para el desarrollo de iniciativas de innovación en un numero de sectores que en los últimos años habían visto como el mercado iba un paso al frente de la regulación, por lo que se crean conflictos y afecta no solo a las empresas que llevan estas iniciativas, sino al consumidor que ve cómo estás se demoran mientras la regulación intenta alcanzarlas, al mismo tiempo que los gobiernos se ven sin herramientas para ejercer el debido control y vigilancia sobre estas. Es por ello, que cada vez más países adoptan estos espacios, con resultados exitosos como el del Reino Unido, país pionero en este tipo de ejercicios, quién desde 2015 en cabeza de la Financial Conduct Authority (FCA) comenzó con la aplicación del primer sandbox regulatorio del mundo. Por este sandbox han pasado 88 proyectos en 5 convocatorias, entre los que se encuentran proyectos de Fintech, Regtech o Insurtech, con resultados muy positivos, llegando a recaudar 20.700 millones de dólares para 2018[4] y convirtiéndolo en un país líder en estos sectores.

Por Manuel Londoño Londoño, estudiante y miembro del Plan Semillero de Gómez-Pinzón Abogados.

 

[1] Con información obtenida de https://www.bbva.com/en/what-is-regulatory-sandbox/

[2] Con información obtenida de https://www.colombiafintech.co/novedades/superfinanciera-lanza-sandbox-para-el-desarrollo-de-fintech

[3] Con información de https://www.dinero.com/economia/articulo/que-trae-el-decreto-de-la-urf-que-reglamenta-el-sandbox-regulatorio/300177 y https://forbes.co/2020/09/15/economia-y-finanzas/gobierno-reglamenta-el-sandbox-financiero-para-detonar-la-innovacion/ y https://www.larepublica.co/finanzas/el-ministerio-de-hacienda-publica-el-decreto-acerca-del-sandbox-regulatorio-en-colombia-3060632

[4] Con datos obtenidos de https://www.bbva.com/es/sandboxes-regulatorios-fintech-espana-a-la-vanguardia-mundial/

Fuentes: